
No podía esperar más a ser fotografiada, estaba sola y el teléfono no dejaba de enviarle sms, al principio sugerentes siguiendo su clandestino código seductor. Los mensajes casi pornográficos estaban haciendo un hueco entre su minúscula ropa interior.
Una luz fija, blanca la miraba mientras ella se protegía del fuego del foco.
- Eres tú?La música empezó a sonar, la base de rotunda del bajo junto con la voz de Tracey envolvía toda la sala “I stand in front of you, I'll take the force of the blow, Protection”.
-Empieza a moverte, piensa que estoy a tu lado….Y el ruido del obtulador interrumpía el sonido. Se empezó a mover intentado evitar el fuego de la luz.
-Piensa que estoy a tu lado, y su voz grave, segura la hizo vibrar
Se acarició los pechos sintiendo esa combinación entre tacto y fuerza que le traspasaba el corazón.
- Ven
- No sigue.
Apretando los muslos para sentir la húmeda de su sexo,
Ya pudo hacer nada por detener su instinto, su corazón.Introdujo su mano en sus bragas semitransparentes, entre sus tímidos bordados, entre su falso pudor de modales olvidados.
- Ven, no puedo más, no me hagas esto.
Mientras se establecía un diálogo entre ella y la cámara. Pero volvió el silencio del que espera respuesta .
Sentada, con la espalda contra la pared y con los ojos cerrados que no conseguían evitar el fuego. ¿Y quién lo quiere evitar? El pudor del objetivo quedó diluido entre la presencia de él detrás del foco, entre el olor de su colonia y el olor de su excitación.
Separó las piernas invitándolo a traspasar la frontera…pero él no venía.
Introdujo sus dedos en su boca para provocar a su ya estimulada imaginación, pero no venía.
Sus labios confundieron sus dedos con su polla, para acto seguido tocarse y olvidar a ese chivato que disparo a disparo iba confeccionando una memoria en negativo.
En un momento de consciencia se dio cuenta que sonaba “better things”, sabía que era la quinta canción del cd, de ese cd que se sabía de memoria.
El tiempo se había parado y nadie le había avisado.
Al fin llegó, para besar sus labios, para sentir cada milímetro de su espada entre sus brazos y esa fuerza que se introducía en su cuerpo a través de sus manos…
Sus piernas se convirtieron en su cinturón, con la única salvedad de un nada sospechoso bulto en su boxer que le decían que había valido la pena esperar.
Que forma de manterner el climax, de estar en la fronteta de la insinuaicón y de la pornografía. Bravo me ha gustado, mejor, me ha excitado
ResponderEliminarGracias, Quién eres?
ResponderEliminarSeguro que no eres una chica? escribes como una chica
ResponderEliminarOh, oh... Estoy de acuerdo con Anónimo: espléndida sutileza entre el límite de lo explícito y lo que se insinúa... Felicidades, Hombre de la Luna...
ResponderEliminarBesos calurosos,
B.