Ahora se que el final no es el adiós, es el olvido
Que tienes que cerrar puertas para poder abrir otras
Y si no puedes olvidarlas serán como el gruñir de una bisagra los días de viento.
Notas su presencia,
te advierten de la corriente en cada portazo,
en cada latido
imprevisto
Y no puedes pensar en un día sin aire, en un día sin latido
Secuéstrame, no le digas a nadie que me he ido
Aunque sea un rato, déjame respirar el aire del que nunca te has ido
No te esfuerces, no prepares mi epitafio
Un adiós no es el olvido
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