
Paredes desnudas y blancas que decoran mi soledad.
Porque me he empeñado en construir un muro de silencios
Un muro para defenderme de quién, ¿de mi?.
La soledad no es la añoranza, la soledad es la incapacidad para creer
que ya no habrán más recuerdos que añorar.
Porque me he empeñado en construir un muro de silencios
Un muro para defenderme de quién, ¿de mi?.
La soledad no es la añoranza, la soledad es la incapacidad para creer
que ya no habrán más recuerdos que añorar.
Todos tenemos nuestros propios muros. Supongo que nuestra tarea es precisamente la de derribarlos, pero ¡Caramba! algunos parecen ser de hormigón armado...
ResponderEliminarUn abrazo.
más que derribarlos, hay que desmontarlos un poco, lo justo para poder mirar por encima y escapar de ellos si hace falta
ResponderEliminarYo creo que a veces la soledad es buena, lo único que cuando la usamos para escapar de nuestra propia realidad se convierte en nuestras rejas de nuestra propia cárcel...
ResponderEliminarMe parece tu blog muy original y diré que vendré por aquí mas veces...
besos
Muchas veces necesitamos ayuda para poder derribar nuestros propios muros, pero para ello tenemos que querer.
ResponderEliminarUn consejo, pinta esas paredes blancas y desnudas de colores, y ya será un primer paso.
........ y tampoco tocaron Street Spirit, ya sabes cómo me gusta.
Petons
¡COÑO! ESTE ME HA TOCADO, ESTOY LLORANDO...
ResponderEliminar